Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
- kanion
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Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Para ampliarla mucho másy poder los detalles cuando se desplacen a otra página elijan "descargar imagen".
Las fallas de las armas por lo general se producen por la misma cantidad de piezas y a veces cada una da más fallas.
- JuanGun
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
te falto una de las mas importantes la FN Modelo 1903 o Browning No.2 con su municion 9 mm Browning Long que es 9x20mm esta arma fue usada por el ejercito paraguayo tengo un ejemplar que herede de mi abuelo que su abuelo la trajo de bélgica
- el dani
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Impresionante la capacidad de ese hombre, sin dudas un visionario, gracias por el aporte, está muy bueno
"Observa, planea, ejecuta.
Saludos cordiales
Oscar
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- SebaEscopeta
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Era un genio por donde lo mires. Su trabajo marco un antes y un despues en el mundo de las armas de fuego.
Abrazo
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"Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución."Art 21 CN.
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- mvignetta
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Le voy a hacer una pequeña observación, marco un antes, un después no logro marcarlo nadie con respecto a las armas de fuego aun.
Los diseños innovadores de este genio, solo fueron retocados y mejorados en algunos casos, pero en lineas generales, hace mas de un siglo que se lo sigue copiando.
Muchísimos modelos siguen vigentes hoy en día y estamos hablando que hubo una revolución tecnológica entre las generaciones del caballero y la nuestra.
An unarmed man can only flee from evil and evil is not overcome by fleeing from it.
Jeff Cooper.
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- kanion
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
A las imágenes decidí incorporar un breve resumen de su biografía, realizada en el año 2009 por Charles Scaliger de la publicació digital NEW AMERICAN.
Browning: el impacto de un hombre
En un día de otoño en particular en 1889, los miembros del Ogden Rifle Club de Ogden, Utah, estaban en vigor. Los hombres eran de tirar al blanco, pero sin duda encontraron una distracción en los colores otoñales brillantes de los álamos y los robles en las altas cumbres de la cordillera Wasatch.
También fueron tentadores las bandadas de aves acuáticas migratorias que se desplazaban sobre sus cabezas y gritos llamando al matorral. Pero todos los rifles de ese día fueron entrenados en objetivos de papel, aunque uno de los competidores, un hombre inusualmente alto con rasgos severos pero apuestos, tenía problemas para concentrarse en golpear la marca. Cuando su buen amigo Will Wright tomó una fotografía con su rifle, el hombre más alto notó cómo un revoltijo de hierba del desierto frente al rifle fue derribado por la explosión del arma.
No era la primera vez que el hombre alto o cualquiera de los espectadores había visto tal evento; los rifles de gran calibre de moda en la frontera occidental siempre producían una formidable explosión de boca. Pero el hombre alto, que tenía, a los 34 años, ya era un consumado armero y fabricante de armas de fuego, se encontró por primera vez notando la explosión del cañón y reflexionando sobre lo que significaba. Cada descarga de un arma lanzaba una enorme cantidad de energía, gran parte de la cual se disipaba en la explosión del cañón. Ahora el hombre alto se encontró preguntándose si ese estallido de energía podría usarse de alguna manera.
Incapaz de concentrarse más en el lanzamiento competitivo, el hombre llamó a sus dos hermanos y dejó el lanzamiento. Cuando se le pidió una explicación, solo dijo: "Una idea me golpeó, la más grande que haya tenido".
En el camino de regreso a la ciudad, el hombre alto comenzó a pensar en voz alta, explicando a sus dos hermanos su creencia de que la energía de la explosión del cañón podría ser aprovechada de alguna manera. "Incluso podría ser posible fabricar un arma completamente automática", conjeturó, "una que seguiría disparando mientras tuvieras munición".
Para un oyente casual a fines del siglo XIX, tal idea probablemente hubiera parecido absurda, a pesar de que las armas de fuego rápido no eran una novedad; los franceses y los belgas habían desplegado la primera mitrailleuse en la década de 1850, y la Guerra Civil Estadounidense vio el despliegue del famoso fusil Gatling. Estas pistolas, junto con la pistola Gardener desarrollada en la década de 1870, fueron operadas con manivelas, y no fueron capaces de disparar de manera automática. La ametralladora Maxim, la primera arma automática verdadera, que usaba la fuerza de retroceso para disparar la pistola, se desarrolló en 1884 y podía disparar aproximadamente 600 balas por minuto. El arma fue desplegada con un efecto devastador por las fuerzas británicas en África colonial.
Pero la idea de un arma automática accionada por gas era una idea totalmente revolucionaria y su creador, modesto fabricante de armas de Utah John Moses Browning, el genio inventivo más creativo que jamás haya utilizado sus talentos para la creación de armas de fuego.
Árbol genealógico
Browning tenía un pedigrí de fabricante de armas. Su padre, Jonathan Browning, creció en la frontera de Tennessee y se ganaba la vida reparando y construyendo armas de fuego por su propia cuenta. Finalmente se estableció en Quincy, Illinois, en el río Mississippi, en un momento decisivo en la historia de ese estado: 64 kilómetros río arriba, una nueva y oscura secta religiosa, los mormones, estaban construyendo un asentamiento.
Un día, un mormón se detuvo en la tienda de Jonathan y comenzó a contarle al armero de Tennessee sobre la nueva religión. En poco tiempo, Jonathan y su esposa se convirtieron y se mudaron al norte, a Nauvoo, el asentamiento mormón, donde las habilidades de armería de Jonathan pronto resultaron invaluables para los colonos mormones. Cuando los mormones fueron expulsados de Illinois y obligados a avanzar hacia el oeste, Jonathan siguió adelante, manteniendo las armas de los pioneros en buen estado para el arduo y peligroso viaje a través de las llanuras hasta el valle del Gran Lago Salado. Jonathan y su familia se establecieron en Ogden, a 64 kilómetros al norte de Salt Lake City, y pronto construyeron una próspera herrería de armas.
John Moses Browning creció en un Utah del siglo XIX escasamente poblado, cuando los indios seguían visitando la ciudad regularmente buscando comida o comerciando con los mormones. La llegada del ferrocarril en Ogden transformó ese pequeño asentamiento en algo así como un centro neurálgico, lo que trajo consigo un mayor negocio para Jonathan Browning y sus hijos, quienes trabajaron en el negocio familiar.
Aunque todos los hijos de Jonatán fueron duros obreros y hábiles armeros, Juan Moisés se destacó desde muy temprana edad. Cuando tenía 10 años, John construyó su primer arma usando solo un cañón de chispa roto, un pedazo de madera y un poco de alambre y chatarra. A pesar de lo crudo que era el arma, bastaba dispararle a tres gallinas de la pradera con un solo disparo.
Orgulloso de su logro, el joven Juan sin duda esperaba grandes elogios de su padre. En cambio, el anciano Browning, al examinar el arma de fuego, negó con la cabeza y dijo: "John Mose, vas a ir a las once. ¿No puedes hacer una mejor arma que eso?
Avergonzado, John desarmó el arma de fuego, reflejando como lo hizo en la suave reprensión de su padre. Si hubiera tomado un poco más de tiempo y cuidado, podría haber hecho un arma mucho mejor. El resto de su vida fue testimonio elocuente de que su padre tenía razón. John Moses Browning, hijo de un pionero mormón de Utah, se convirtió en el inventor de armas de fuego más prolífico que el mundo haya conocido, diseñando docenas de armas nuevas, desde rifles de un solo disparo hasta cañones antiaéreos, y contabilizando más de 100 patentes.
Fabricante al inventor
Su carrera como inventor comenzó modestamente. Con sus hermanos, John se hizo cargo de la tienda de armas de su padre, ampliando y expandiendo el negocio. En 1878, cuando tenía 23 años, John inventó su primer arma comercial, un rifle de un solo disparo que rápidamente se convirtió en una de las armas de fuego más populares en el oeste de la montaña. A principios de la década de 1880, los hermanos Browning habían producido aproximadamente 600 de los rifles meticulosamente diseñados. Los ingresos de la invención de Browning fueron suficientes para que él y sus hermanos pudieran expandir lentamente su negocio de Ogden, pero no otorgaron fama ni fortuna.
Todo eso fue para cambiar, sin embargo, cuando un vendedor de la Winchester Repeating Arms Company pasó por un rifle como el que no había visto antes. El nombre y el lugar del fabricante, "Browning Bros. Ogden, Utah, EE. UU.", Fueron estampados en el barril. El vendedor, sabiendo que sus jefes siempre estaban interesados en competidores potenciales, compró el arma por 15 dólares y la envió a la fábrica de Winchester en New Haven, Connecticut.
La dirección de Winchester, que nunca había oído hablar de Browning Bros. ni había visto un solo rifle de tan alta calidad, estaba realmente interesado. El número de serie del rifle, 463, indicaba que ya se habían fabricado cientos de armas, un competidor nuevo y significativo de un barrio completamente inesperado.
TG Bennett, vicepresidente y gerente general de Winchester, abordó el tren hacia el oeste una semana después de recibir el nuevo y misterioso rifle, decidido a encontrar su creador y, de ser posible, comprar los derechos para su fabricación.
El imperioso y sensato Bennett debió haber dejado una gran figura en las polvorientas calles de Ogden en 1883, el acaudalado y profesionalmente vestido del Este en las calles ásperas y preparadas de una joven ciudad del ferrocarril occidental. No perdió tiempo en localizar la tienda de armas de Browning Brothers en la calle principal de Ogden, donde, a pesar de su desconcierto ante la juventud de John y sus hermanos, ofreció comprar los derechos de la fabricación exclusiva del arma de John.
Fue el gran punto de inflexión en la vida de John, un momento que, aunque ni Bennett ni Browning podrían haberlo previsto, sería crucial en la historia militar de la era moderna. Para John Moses Browning, a pesar del éxito de su negocio, era un inventor, no un fabricante, en el fondo. Le confesó a Bennett que ya tenía los detalles de un nuevo rifle, un repetidor que podía manipular cartuchos grandes, algo que ninguno de los rifles repetitivos que se podían hacer, estaba completamente desarrollado en su mente. Si Winchester fuera receptivo, estaría feliz de trabajar en esa arma también.
Bennett, con el instinto de un hombre de negocios exitoso para un talento superior, le pagó a John $ 8,000 por los derechos del rifle de un solo disparo, y nació una alianza que duró 19 años. Fiel a su palabra, John pronto desarrolló un modelo funcional de lo que se convertiría en el rifle repetidor de acción de palanca modelo 1886 de Winchester. Después de obtener una patente, John viajó a New Haven con su hermano Matt para darle a Winchester el derecho de tanteo. Bennett estaba encantado con el arma y compró sus derechos por un monto no revelado pero (por el día) muy sustancial, probablemente en el ámbito de los $ 50,000 dólares. Ahora convencido por completo del genio del joven Utahn, Bennett le pidió a John que diseñara una escopeta repetidora con palanca de acción para Winchester, que Browning había preparado apenas ocho meses después. La escopeta repetitiva Modelo 87,
Los dos años siguientes, de 1884 a 1886, fueron un momento de asombrosa producción creativa, en beneficio mutuo de John Moses Browning y Winchester. Durante ese breve lapso, John desarrolló y Winchester le compró no menos de 11 pistolas diferentes. Aunque no todas las armas de fuego de John fueron puestas en producción - Winchester pensó lo suficiente en sus habilidades como inventor que compró todas las patentes de John para evitar que cualquiera de ellas fuera a competir, los rifles diseñados Browning y las escopetas que se produjeron completamente revolucionaron Armas deportivas americanas.
Sin embargo, a pesar de la popularidad de sus inventos, John Moses Browning, a diferencia de los famosos inventores de genios comparables como Thomas Edison, permaneció relativamente desconocido fuera del enrarecido mundo de la fabricación de armas. Su nombre no estaba vinculado a ninguno de los nuevos brazos de Winchester, que era probablemente la forma en que el modesto occidental lo prefería.
John Moses Browning, como el resto de su familia, fue miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En aquellos días, la Iglesia Mormona llamaba con frecuencia a hombres casados mayores en misiones, y a principios de 1887, a la edad de 32 años, era el turno de Juan. Lo llamaron lejos de la esposa, los niños y la pistola para inventar una misión de dos años en Georgia. Una vez, durante su misión, él y su acompañante se detuvieron para visitar una tienda de artículos deportivos que tenía en exhibición una nueva escopeta repetitiva Winchester 87. El propietario se sorprendió de cuán fácilmente el manejado fuera de la casa manejó el arma y operó la acción. Cuando el propietario observó que John obviamente sabía cómo manejar el arma, el compañero de John respondió: "Debería hacerlo. Él lo inventó ".
***continúa en el siguiente post***
Browning: el impacto de un hombre
En un día de otoño en particular en 1889, los miembros del Ogden Rifle Club de Ogden, Utah, estaban en vigor. Los hombres eran de tirar al blanco, pero sin duda encontraron una distracción en los colores otoñales brillantes de los álamos y los robles en las altas cumbres de la cordillera Wasatch.
También fueron tentadores las bandadas de aves acuáticas migratorias que se desplazaban sobre sus cabezas y gritos llamando al matorral. Pero todos los rifles de ese día fueron entrenados en objetivos de papel, aunque uno de los competidores, un hombre inusualmente alto con rasgos severos pero apuestos, tenía problemas para concentrarse en golpear la marca. Cuando su buen amigo Will Wright tomó una fotografía con su rifle, el hombre más alto notó cómo un revoltijo de hierba del desierto frente al rifle fue derribado por la explosión del arma.
No era la primera vez que el hombre alto o cualquiera de los espectadores había visto tal evento; los rifles de gran calibre de moda en la frontera occidental siempre producían una formidable explosión de boca. Pero el hombre alto, que tenía, a los 34 años, ya era un consumado armero y fabricante de armas de fuego, se encontró por primera vez notando la explosión del cañón y reflexionando sobre lo que significaba. Cada descarga de un arma lanzaba una enorme cantidad de energía, gran parte de la cual se disipaba en la explosión del cañón. Ahora el hombre alto se encontró preguntándose si ese estallido de energía podría usarse de alguna manera.
Incapaz de concentrarse más en el lanzamiento competitivo, el hombre llamó a sus dos hermanos y dejó el lanzamiento. Cuando se le pidió una explicación, solo dijo: "Una idea me golpeó, la más grande que haya tenido".
En el camino de regreso a la ciudad, el hombre alto comenzó a pensar en voz alta, explicando a sus dos hermanos su creencia de que la energía de la explosión del cañón podría ser aprovechada de alguna manera. "Incluso podría ser posible fabricar un arma completamente automática", conjeturó, "una que seguiría disparando mientras tuvieras munición".
Para un oyente casual a fines del siglo XIX, tal idea probablemente hubiera parecido absurda, a pesar de que las armas de fuego rápido no eran una novedad; los franceses y los belgas habían desplegado la primera mitrailleuse en la década de 1850, y la Guerra Civil Estadounidense vio el despliegue del famoso fusil Gatling. Estas pistolas, junto con la pistola Gardener desarrollada en la década de 1870, fueron operadas con manivelas, y no fueron capaces de disparar de manera automática. La ametralladora Maxim, la primera arma automática verdadera, que usaba la fuerza de retroceso para disparar la pistola, se desarrolló en 1884 y podía disparar aproximadamente 600 balas por minuto. El arma fue desplegada con un efecto devastador por las fuerzas británicas en África colonial.
Pero la idea de un arma automática accionada por gas era una idea totalmente revolucionaria y su creador, modesto fabricante de armas de Utah John Moses Browning, el genio inventivo más creativo que jamás haya utilizado sus talentos para la creación de armas de fuego.
Árbol genealógico
Browning tenía un pedigrí de fabricante de armas. Su padre, Jonathan Browning, creció en la frontera de Tennessee y se ganaba la vida reparando y construyendo armas de fuego por su propia cuenta. Finalmente se estableció en Quincy, Illinois, en el río Mississippi, en un momento decisivo en la historia de ese estado: 64 kilómetros río arriba, una nueva y oscura secta religiosa, los mormones, estaban construyendo un asentamiento.
Un día, un mormón se detuvo en la tienda de Jonathan y comenzó a contarle al armero de Tennessee sobre la nueva religión. En poco tiempo, Jonathan y su esposa se convirtieron y se mudaron al norte, a Nauvoo, el asentamiento mormón, donde las habilidades de armería de Jonathan pronto resultaron invaluables para los colonos mormones. Cuando los mormones fueron expulsados de Illinois y obligados a avanzar hacia el oeste, Jonathan siguió adelante, manteniendo las armas de los pioneros en buen estado para el arduo y peligroso viaje a través de las llanuras hasta el valle del Gran Lago Salado. Jonathan y su familia se establecieron en Ogden, a 64 kilómetros al norte de Salt Lake City, y pronto construyeron una próspera herrería de armas.
John Moses Browning creció en un Utah del siglo XIX escasamente poblado, cuando los indios seguían visitando la ciudad regularmente buscando comida o comerciando con los mormones. La llegada del ferrocarril en Ogden transformó ese pequeño asentamiento en algo así como un centro neurálgico, lo que trajo consigo un mayor negocio para Jonathan Browning y sus hijos, quienes trabajaron en el negocio familiar.
Aunque todos los hijos de Jonatán fueron duros obreros y hábiles armeros, Juan Moisés se destacó desde muy temprana edad. Cuando tenía 10 años, John construyó su primer arma usando solo un cañón de chispa roto, un pedazo de madera y un poco de alambre y chatarra. A pesar de lo crudo que era el arma, bastaba dispararle a tres gallinas de la pradera con un solo disparo.
Orgulloso de su logro, el joven Juan sin duda esperaba grandes elogios de su padre. En cambio, el anciano Browning, al examinar el arma de fuego, negó con la cabeza y dijo: "John Mose, vas a ir a las once. ¿No puedes hacer una mejor arma que eso?
Avergonzado, John desarmó el arma de fuego, reflejando como lo hizo en la suave reprensión de su padre. Si hubiera tomado un poco más de tiempo y cuidado, podría haber hecho un arma mucho mejor. El resto de su vida fue testimonio elocuente de que su padre tenía razón. John Moses Browning, hijo de un pionero mormón de Utah, se convirtió en el inventor de armas de fuego más prolífico que el mundo haya conocido, diseñando docenas de armas nuevas, desde rifles de un solo disparo hasta cañones antiaéreos, y contabilizando más de 100 patentes.
Fabricante al inventor
Su carrera como inventor comenzó modestamente. Con sus hermanos, John se hizo cargo de la tienda de armas de su padre, ampliando y expandiendo el negocio. En 1878, cuando tenía 23 años, John inventó su primer arma comercial, un rifle de un solo disparo que rápidamente se convirtió en una de las armas de fuego más populares en el oeste de la montaña. A principios de la década de 1880, los hermanos Browning habían producido aproximadamente 600 de los rifles meticulosamente diseñados. Los ingresos de la invención de Browning fueron suficientes para que él y sus hermanos pudieran expandir lentamente su negocio de Ogden, pero no otorgaron fama ni fortuna.
Todo eso fue para cambiar, sin embargo, cuando un vendedor de la Winchester Repeating Arms Company pasó por un rifle como el que no había visto antes. El nombre y el lugar del fabricante, "Browning Bros. Ogden, Utah, EE. UU.", Fueron estampados en el barril. El vendedor, sabiendo que sus jefes siempre estaban interesados en competidores potenciales, compró el arma por 15 dólares y la envió a la fábrica de Winchester en New Haven, Connecticut.
La dirección de Winchester, que nunca había oído hablar de Browning Bros. ni había visto un solo rifle de tan alta calidad, estaba realmente interesado. El número de serie del rifle, 463, indicaba que ya se habían fabricado cientos de armas, un competidor nuevo y significativo de un barrio completamente inesperado.
TG Bennett, vicepresidente y gerente general de Winchester, abordó el tren hacia el oeste una semana después de recibir el nuevo y misterioso rifle, decidido a encontrar su creador y, de ser posible, comprar los derechos para su fabricación.
El imperioso y sensato Bennett debió haber dejado una gran figura en las polvorientas calles de Ogden en 1883, el acaudalado y profesionalmente vestido del Este en las calles ásperas y preparadas de una joven ciudad del ferrocarril occidental. No perdió tiempo en localizar la tienda de armas de Browning Brothers en la calle principal de Ogden, donde, a pesar de su desconcierto ante la juventud de John y sus hermanos, ofreció comprar los derechos de la fabricación exclusiva del arma de John.
Fue el gran punto de inflexión en la vida de John, un momento que, aunque ni Bennett ni Browning podrían haberlo previsto, sería crucial en la historia militar de la era moderna. Para John Moses Browning, a pesar del éxito de su negocio, era un inventor, no un fabricante, en el fondo. Le confesó a Bennett que ya tenía los detalles de un nuevo rifle, un repetidor que podía manipular cartuchos grandes, algo que ninguno de los rifles repetitivos que se podían hacer, estaba completamente desarrollado en su mente. Si Winchester fuera receptivo, estaría feliz de trabajar en esa arma también.
Bennett, con el instinto de un hombre de negocios exitoso para un talento superior, le pagó a John $ 8,000 por los derechos del rifle de un solo disparo, y nació una alianza que duró 19 años. Fiel a su palabra, John pronto desarrolló un modelo funcional de lo que se convertiría en el rifle repetidor de acción de palanca modelo 1886 de Winchester. Después de obtener una patente, John viajó a New Haven con su hermano Matt para darle a Winchester el derecho de tanteo. Bennett estaba encantado con el arma y compró sus derechos por un monto no revelado pero (por el día) muy sustancial, probablemente en el ámbito de los $ 50,000 dólares. Ahora convencido por completo del genio del joven Utahn, Bennett le pidió a John que diseñara una escopeta repetidora con palanca de acción para Winchester, que Browning había preparado apenas ocho meses después. La escopeta repetitiva Modelo 87,
Los dos años siguientes, de 1884 a 1886, fueron un momento de asombrosa producción creativa, en beneficio mutuo de John Moses Browning y Winchester. Durante ese breve lapso, John desarrolló y Winchester le compró no menos de 11 pistolas diferentes. Aunque no todas las armas de fuego de John fueron puestas en producción - Winchester pensó lo suficiente en sus habilidades como inventor que compró todas las patentes de John para evitar que cualquiera de ellas fuera a competir, los rifles diseñados Browning y las escopetas que se produjeron completamente revolucionaron Armas deportivas americanas.
Sin embargo, a pesar de la popularidad de sus inventos, John Moses Browning, a diferencia de los famosos inventores de genios comparables como Thomas Edison, permaneció relativamente desconocido fuera del enrarecido mundo de la fabricación de armas. Su nombre no estaba vinculado a ninguno de los nuevos brazos de Winchester, que era probablemente la forma en que el modesto occidental lo prefería.
John Moses Browning, como el resto de su familia, fue miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En aquellos días, la Iglesia Mormona llamaba con frecuencia a hombres casados mayores en misiones, y a principios de 1887, a la edad de 32 años, era el turno de Juan. Lo llamaron lejos de la esposa, los niños y la pistola para inventar una misión de dos años en Georgia. Una vez, durante su misión, él y su acompañante se detuvieron para visitar una tienda de artículos deportivos que tenía en exhibición una nueva escopeta repetitiva Winchester 87. El propietario se sorprendió de cuán fácilmente el manejado fuera de la casa manejó el arma y operó la acción. Cuando el propietario observó que John obviamente sabía cómo manejar el arma, el compañero de John respondió: "Debería hacerlo. Él lo inventó ".
***continúa en el siguiente post***
Las fallas de las armas por lo general se producen por la misma cantidad de piezas y a veces cada una da más fallas.
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- Registrado: Lun May 11, 2009 12:23 am
Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
***2da. parte continuación de la biografía de Browning***
Al regresar de su misión a principios de 1889, John Browning reanudó sus armas de fuego inventando con un celo ilimitado. Siguió desarrollando nuevos rifles de caza para Winchester en la década de 1890, pero fue el episodio en el Ogden Rifle Club, cuando John notó la energía de la explosión del cañón en una nueva luz, que dirigió su genio en una nueva dirección, una que lo haría tienen consecuencias de vida o muerte para incontables millones: el desarrollo de armas militares.
Pistolas a gas
A la mañana siguiente a su estallido inicial de inspiración, John había ideado un diseño para el primer arma automática de cualquier tipo que funcionara con gas, y para la tarde de ese mismo día, él y sus hermanos habían ensamblado el primer modelo crudo. Después de varios refinamientos en el diseño, Browning estaba listo para decirle a Colt, a diferencia de Winchester, un fabricante de armas militares, sobre su nuevo invento. Escribió The Colt Company en noviembre de 1890:
Estimados señores:
Acabamos de completar nuestra nueva ametralladora automática y pensamos que podríamos escribirle para ver si usted está interesado en ese tipo de arma. Hemos estado trabajando en este arma por algún tiempo y la hemos recuperado en buen estado ... La que acabamos de completar dispara 45 cargas del gobierno aproximadamente 6 veces por segundo y con el soporte pesa aproximadamente 40 #. Es completamente automático y se puede fabricar tan barato como un rifle deportivo común. Si está interesado en este tipo de arma, nos complacerá mostrarle qué es y cómo funciona, ya que tenemos la intención de derribarlo en poco tiempo.
La respuesta de Colt fue cordial pero cautelosa; la pistola Gatling no había sido muy rentable, pero estaban dispuestos a echarle un vistazo a la nueva ametralladora si alguna vez John estaba en el área de Hartford. Unas semanas más tarde, John y Matt viajaron a Hartford con su nuevo invento. Fueron recibidos calurosamente por los funcionarios de Colt, que eran muy conscientes de la reputación de Browning con Winchester. John Hall, el presidente de Colt, fue extremadamente cordial y se alegró de que los hermanos Browning demostraran su nueva arma en el campo de tiro de la compañía. La ametralladora, la montura y cuatro cinturones de 50 cartuchos cargados con cartuchos de calibre 45/70 se instalaron y el prototipo de ametralladora de aspecto extraño disparó los doscientos proyectiles en pocos segundos sin un solo fallo de encendido. Los oficiales del Colt quedaron impresionados adecuadamente, pero todavía escéptico de que ese arma pueda ser fabricada y comercializada de forma rentable. John ofreció regresar para probar el arma para los observadores militares cada vez que Colt estaba interesado.
Unos meses más tarde, Hall contactó a los Browning con noticias importantes: la Armada era interesante para ver la nueva ametralladora, pero insistió en una demostración de tres minutos de fuego continuo. Con una velocidad de disparo de aproximadamente 600 proyectiles por minuto, la ametralladora de Browning tendría que disparar 1.800 rondas sin problemas. Los desafíos técnicos de una demostración de este tipo incluyen evitar que el barril se sobrecaliente y obtener dos mil rondas cosidas en los cinturones de lona que alimentaron el arma. Según la carta de Hall, la Armada no esperaba la perfección, pero estaba interesada en el principio de la nueva pistola de gas. John Browning, sin embargo, se conformaría con nada menos que la perfección. Trabajó duro con su arma, incluido el diseño del cinturón, hasta que estuvo convencido de que sería un buen espectáculo. Luego tomó el tren de regreso a Hartford.
La segunda prueba fue mucho más formal, con uno de los oficiales de la Marina cronometrando el asunto con un cronómetro. John les dio a los espectadores bolsas de algodón para tapones para los oídos, cargó el arma y apretó el gatillo.
La ametralladora rugió durante 20 segundos, agitando eficientemente a través de los primeros 200 cartuchos. John recortó el segundo cinturón y continuó disparando. Mientras cientos de cartuchos gastados se amontonaban en el suelo, el cañón de la pistola se volvió azul y luego rojo. Una nube de partículas de plomo casi microscópicas y sobrecalentadas le quemaron la piel a John, pero él continuó disparando. Cuando el arma guardó silencio después de tres minutos y 1.800 rondas de disparos continuos, los testigos aplaudieron en voz alta, estrechándole la mano a John y abofeteándole la espalda. La ametralladora revolucionaria había funcionado perfectamente.
Pasaron algunos años antes de que comenzara lo que se convirtió en la ametralladora automática modelo 1895 de Colt, pero el arma demostró que valía la pena muchas veces en la Guerra Hispanoamericana a fines de la década. En los años que siguieron, Browning continuó desarrollando nuevas ametralladoras de diferentes calibres y utilizando tanto agua como aire como agentes refrigerantes, pero el mecanismo básico de operación de gas, posiblemente su invención más importante, se convirtió y sigue siendo el estándar para las ametralladoras.
Browning también desarrolló otras nuevas pistolas y rifles de tiro rápido. A mediados de la década de 1890, había desarrollado la primera de muchas pistolas semiautomáticas, por lo que los derechos se vendieron a Colt. Su primera pistola semiautomática para entrar en producción en Estados Unidos, el Colt modelo 1900 calibre 38, fue la primera pistola semiautomática que se produjo comercialmente en los Estados Unidos. Su rasgo distintivo, y también una invención de Browning, fue el deslizamiento, mediante el cual la cubierta del cañón se deslizaba hacia atrás con cada disparo para expulsar el cartucho gastado y hacer un ciclo de una nueva ronda en la cámara. Esta invención también ha demostrado su valor muchas veces; casi todas las pistolas semiautomáticas modernas usan el diseño de la diapositiva. La pistola más conocida de Browning, el calibre .45 Colt 1911, es una de las pistolas más populares jamás fabricadas, tanto entre usuarios civiles como militares.
Browning también construyó la primera escopeta de carga automática a fines de la década de 1890, obteniendo una patente en 1900. Desafortunadamente, Bennett y Winchester no quedaron impresionados con el último invento de Browning. Aparentemente convencido de que el público deportivo continuará prefiriendo las escopetas de bombeo, de doble cañón y de un solo tiro, la gerencia de Winchester, por primera vez desde su asociación con Browning, se arrastró, reacia a comprometerse a comprar el arma. . Exasperado, Browning finalmente fue a New Haven y, después de un intercambio abrupto con Bennett, recogió el arma y se fue, para nunca volver a trabajar con Winchester.
Browning luego llevó su arma a Remington, cuyo presidente, Marcellus Hartley, había expresado gran interés en la nueva arma. Pero en un giro drástico de los acontecimientos, Hartley murió de un ataque al corazón mientras Browning y su nueva escopeta estaban esperando en el vestíbulo de la empresa.
Decepcionado pero sin inmutarse, Browning decidió probar a los europeos. Fabrique Nationale d'Armes de Guerre, la fábrica de armas con más historia de Europa, cuya extensa fábrica dominaba la ciudad belga de Lieja, ya había mostrado interés en Browning y fue el primer productor de una pistola semiautomática diseñada por Browning, el Calibre Modelo 1900 .32 , que comenzó a producir para todos los mercados fuera de los Estados Unidos en 1899.
El diseñador de armas de Utah partió hacia Europa en febrero de 1902 para el primero de los que iban a ser muchos viajes. Los europeos en Fabrique Nationale le dieron una recepción entusiasta; La pistola semiautomática de Browning estaba demostrando ser un éxito monumental, y los europeos estaban ansiosos por nuevas ideas del hombre al que eventualmente apodaron "Le Maître" - "El Maestro". En marzo, Browning y FN habían llegado a un acuerdo para fabricar el nuevo semiautomático escopeta, que rápidamente demostró ser tan popular como todos los otros inventos de Browning.
Enfrentando la Guerra Intelectualmente
El estallido de la Primera Guerra Mundial fue la gran crisis de la vida de Browning. La pistola que lo comenzó todo, una pistola semiautomática .32 calibre FN modelo 1900 empuñada por el asesino serbio Gavrilo Princip, fue una invención de Browning. La entrada estadounidense a la guerra en 1917 creó una demanda de armas automáticas más efectivas. Estados Unidos, el país que le había dado al mundo la ametralladora operada por gas, se encontraba tristemente desabastecido, las 1.100 ametralladoras realmente disponibles para el ejército de los EE. UU. Consistían en modelos obsoletos como el Colt de 1895 y la Maxim de 1904. Alemania, por el contrario, ya envió decenas de miles de ametralladoras más modernas.
Desde su inicio, las ametralladoras, con sus revistas masivas, torretas y sistemas de refrigeración, eran poco más móviles que los cañones. Desde aviones, fortines y cubiertas de barcos podían causar un precio terrible, pero el ejército de EE. UU. Quería algo más: la capacidad de "disparar a pie", mediante el cual los soldados con armas automáticas fácilmente portátiles podían avanzar sobre un enemigo mientras los rociaban con un gran fuego de supresión. Una vez más, John Moses Browning se acercó a la ocasión, produciendo para una exhibición en febrero de 1917 el rifle automático Browning o BAR El dispositivo disparó un clip de 20 balas calibre .30 / 06, se podía configurar para disparo único o automático y, pesando apenas 17 libras, podría transportarse cómodamente y dispararse desde la cadera o el hombro. Al igual que muchos diseños de Browning, el BAR fue una maravilla de la simplicidad,
El ejército de los EE. UU. Rápidamente adoptó el BAR para todas las ramas del servicio, y el arma era un elemento básico en el campo de batalla durante décadas, una de las dos armas Browning (el Colt 1911 1911 era el otro) para convertirse en un problema militar estándar.
El gobierno de EE. UU. También requirió una nueva ametralladora igual a los rigores de una guerra de trincheras prolongada. Aquí, también, Browning estaba feliz de complacer a su país. En abril de 1917, Browning trajo una ametralladora calibre .30 recién diseñada a la Armería de Springfield, donde se probaron las armas del gobierno, y procedió a disparar 20,000 rondas sin un solo mal funcionamiento. Después de una breve pausa, Browning repitió la hazaña, gastando un total de 40,000 rondas a una velocidad de 600 rondas por minuto sin un atasco o cualquier otro problema mecánico. La asombrosa demostración de Browning estableció un nuevo punto de referencia para el rendimiento de las ametralladoras y convenció al gobierno para que le hiciera una oferta por los derechos de fabricación completos de la ametralladora, el rifle automático y la pistola semiautomática .45 durante la guerra.
Un representante del gobierno hizo la oferta a John y a su hermano Matt, admitiéndoles que la cantidad que el gobierno podía ofrecer era "solo una fracción de lo que recibiría de las regalías sobre los pedidos ya reservados, y puede que no sea aceptable". el gobierno estaba ofreciendo - $ 750,000 - no era una suma promedio, pero solo una fracción de los más de $ 10 millones que John podría haber obtenido de las regalías antes mencionadas.
Sin embargo, John Browning no dudó. "Mayor, si le conviene al Tío Sam, me parece bien". Después de que el funcionario del gobierno se fue, Matt le recordó a su hermano cuánto dinero podía perder al aceptar la primera oferta del gobierno. John respondió simplemente: "Sí, y si tuviéramos quince o veinte años menos, estaríamos allí en el barro".
Tan agradecido fue el gobierno federal por la generosidad de John Browning con sus inventos en tiempos de crisis nacional, que nada menos que el secretario de guerra de los EE. UU., Newton Baker, le escribió una carta personal de agradecimiento:
***continúa en el siguiente post***
Al regresar de su misión a principios de 1889, John Browning reanudó sus armas de fuego inventando con un celo ilimitado. Siguió desarrollando nuevos rifles de caza para Winchester en la década de 1890, pero fue el episodio en el Ogden Rifle Club, cuando John notó la energía de la explosión del cañón en una nueva luz, que dirigió su genio en una nueva dirección, una que lo haría tienen consecuencias de vida o muerte para incontables millones: el desarrollo de armas militares.
Pistolas a gas
A la mañana siguiente a su estallido inicial de inspiración, John había ideado un diseño para el primer arma automática de cualquier tipo que funcionara con gas, y para la tarde de ese mismo día, él y sus hermanos habían ensamblado el primer modelo crudo. Después de varios refinamientos en el diseño, Browning estaba listo para decirle a Colt, a diferencia de Winchester, un fabricante de armas militares, sobre su nuevo invento. Escribió The Colt Company en noviembre de 1890:
Estimados señores:
Acabamos de completar nuestra nueva ametralladora automática y pensamos que podríamos escribirle para ver si usted está interesado en ese tipo de arma. Hemos estado trabajando en este arma por algún tiempo y la hemos recuperado en buen estado ... La que acabamos de completar dispara 45 cargas del gobierno aproximadamente 6 veces por segundo y con el soporte pesa aproximadamente 40 #. Es completamente automático y se puede fabricar tan barato como un rifle deportivo común. Si está interesado en este tipo de arma, nos complacerá mostrarle qué es y cómo funciona, ya que tenemos la intención de derribarlo en poco tiempo.
La respuesta de Colt fue cordial pero cautelosa; la pistola Gatling no había sido muy rentable, pero estaban dispuestos a echarle un vistazo a la nueva ametralladora si alguna vez John estaba en el área de Hartford. Unas semanas más tarde, John y Matt viajaron a Hartford con su nuevo invento. Fueron recibidos calurosamente por los funcionarios de Colt, que eran muy conscientes de la reputación de Browning con Winchester. John Hall, el presidente de Colt, fue extremadamente cordial y se alegró de que los hermanos Browning demostraran su nueva arma en el campo de tiro de la compañía. La ametralladora, la montura y cuatro cinturones de 50 cartuchos cargados con cartuchos de calibre 45/70 se instalaron y el prototipo de ametralladora de aspecto extraño disparó los doscientos proyectiles en pocos segundos sin un solo fallo de encendido. Los oficiales del Colt quedaron impresionados adecuadamente, pero todavía escéptico de que ese arma pueda ser fabricada y comercializada de forma rentable. John ofreció regresar para probar el arma para los observadores militares cada vez que Colt estaba interesado.
Unos meses más tarde, Hall contactó a los Browning con noticias importantes: la Armada era interesante para ver la nueva ametralladora, pero insistió en una demostración de tres minutos de fuego continuo. Con una velocidad de disparo de aproximadamente 600 proyectiles por minuto, la ametralladora de Browning tendría que disparar 1.800 rondas sin problemas. Los desafíos técnicos de una demostración de este tipo incluyen evitar que el barril se sobrecaliente y obtener dos mil rondas cosidas en los cinturones de lona que alimentaron el arma. Según la carta de Hall, la Armada no esperaba la perfección, pero estaba interesada en el principio de la nueva pistola de gas. John Browning, sin embargo, se conformaría con nada menos que la perfección. Trabajó duro con su arma, incluido el diseño del cinturón, hasta que estuvo convencido de que sería un buen espectáculo. Luego tomó el tren de regreso a Hartford.
La segunda prueba fue mucho más formal, con uno de los oficiales de la Marina cronometrando el asunto con un cronómetro. John les dio a los espectadores bolsas de algodón para tapones para los oídos, cargó el arma y apretó el gatillo.
La ametralladora rugió durante 20 segundos, agitando eficientemente a través de los primeros 200 cartuchos. John recortó el segundo cinturón y continuó disparando. Mientras cientos de cartuchos gastados se amontonaban en el suelo, el cañón de la pistola se volvió azul y luego rojo. Una nube de partículas de plomo casi microscópicas y sobrecalentadas le quemaron la piel a John, pero él continuó disparando. Cuando el arma guardó silencio después de tres minutos y 1.800 rondas de disparos continuos, los testigos aplaudieron en voz alta, estrechándole la mano a John y abofeteándole la espalda. La ametralladora revolucionaria había funcionado perfectamente.
Pasaron algunos años antes de que comenzara lo que se convirtió en la ametralladora automática modelo 1895 de Colt, pero el arma demostró que valía la pena muchas veces en la Guerra Hispanoamericana a fines de la década. En los años que siguieron, Browning continuó desarrollando nuevas ametralladoras de diferentes calibres y utilizando tanto agua como aire como agentes refrigerantes, pero el mecanismo básico de operación de gas, posiblemente su invención más importante, se convirtió y sigue siendo el estándar para las ametralladoras.
Browning también desarrolló otras nuevas pistolas y rifles de tiro rápido. A mediados de la década de 1890, había desarrollado la primera de muchas pistolas semiautomáticas, por lo que los derechos se vendieron a Colt. Su primera pistola semiautomática para entrar en producción en Estados Unidos, el Colt modelo 1900 calibre 38, fue la primera pistola semiautomática que se produjo comercialmente en los Estados Unidos. Su rasgo distintivo, y también una invención de Browning, fue el deslizamiento, mediante el cual la cubierta del cañón se deslizaba hacia atrás con cada disparo para expulsar el cartucho gastado y hacer un ciclo de una nueva ronda en la cámara. Esta invención también ha demostrado su valor muchas veces; casi todas las pistolas semiautomáticas modernas usan el diseño de la diapositiva. La pistola más conocida de Browning, el calibre .45 Colt 1911, es una de las pistolas más populares jamás fabricadas, tanto entre usuarios civiles como militares.
Browning también construyó la primera escopeta de carga automática a fines de la década de 1890, obteniendo una patente en 1900. Desafortunadamente, Bennett y Winchester no quedaron impresionados con el último invento de Browning. Aparentemente convencido de que el público deportivo continuará prefiriendo las escopetas de bombeo, de doble cañón y de un solo tiro, la gerencia de Winchester, por primera vez desde su asociación con Browning, se arrastró, reacia a comprometerse a comprar el arma. . Exasperado, Browning finalmente fue a New Haven y, después de un intercambio abrupto con Bennett, recogió el arma y se fue, para nunca volver a trabajar con Winchester.
Browning luego llevó su arma a Remington, cuyo presidente, Marcellus Hartley, había expresado gran interés en la nueva arma. Pero en un giro drástico de los acontecimientos, Hartley murió de un ataque al corazón mientras Browning y su nueva escopeta estaban esperando en el vestíbulo de la empresa.
Decepcionado pero sin inmutarse, Browning decidió probar a los europeos. Fabrique Nationale d'Armes de Guerre, la fábrica de armas con más historia de Europa, cuya extensa fábrica dominaba la ciudad belga de Lieja, ya había mostrado interés en Browning y fue el primer productor de una pistola semiautomática diseñada por Browning, el Calibre Modelo 1900 .32 , que comenzó a producir para todos los mercados fuera de los Estados Unidos en 1899.
El diseñador de armas de Utah partió hacia Europa en febrero de 1902 para el primero de los que iban a ser muchos viajes. Los europeos en Fabrique Nationale le dieron una recepción entusiasta; La pistola semiautomática de Browning estaba demostrando ser un éxito monumental, y los europeos estaban ansiosos por nuevas ideas del hombre al que eventualmente apodaron "Le Maître" - "El Maestro". En marzo, Browning y FN habían llegado a un acuerdo para fabricar el nuevo semiautomático escopeta, que rápidamente demostró ser tan popular como todos los otros inventos de Browning.
Enfrentando la Guerra Intelectualmente
El estallido de la Primera Guerra Mundial fue la gran crisis de la vida de Browning. La pistola que lo comenzó todo, una pistola semiautomática .32 calibre FN modelo 1900 empuñada por el asesino serbio Gavrilo Princip, fue una invención de Browning. La entrada estadounidense a la guerra en 1917 creó una demanda de armas automáticas más efectivas. Estados Unidos, el país que le había dado al mundo la ametralladora operada por gas, se encontraba tristemente desabastecido, las 1.100 ametralladoras realmente disponibles para el ejército de los EE. UU. Consistían en modelos obsoletos como el Colt de 1895 y la Maxim de 1904. Alemania, por el contrario, ya envió decenas de miles de ametralladoras más modernas.
Desde su inicio, las ametralladoras, con sus revistas masivas, torretas y sistemas de refrigeración, eran poco más móviles que los cañones. Desde aviones, fortines y cubiertas de barcos podían causar un precio terrible, pero el ejército de EE. UU. Quería algo más: la capacidad de "disparar a pie", mediante el cual los soldados con armas automáticas fácilmente portátiles podían avanzar sobre un enemigo mientras los rociaban con un gran fuego de supresión. Una vez más, John Moses Browning se acercó a la ocasión, produciendo para una exhibición en febrero de 1917 el rifle automático Browning o BAR El dispositivo disparó un clip de 20 balas calibre .30 / 06, se podía configurar para disparo único o automático y, pesando apenas 17 libras, podría transportarse cómodamente y dispararse desde la cadera o el hombro. Al igual que muchos diseños de Browning, el BAR fue una maravilla de la simplicidad,
El ejército de los EE. UU. Rápidamente adoptó el BAR para todas las ramas del servicio, y el arma era un elemento básico en el campo de batalla durante décadas, una de las dos armas Browning (el Colt 1911 1911 era el otro) para convertirse en un problema militar estándar.
El gobierno de EE. UU. También requirió una nueva ametralladora igual a los rigores de una guerra de trincheras prolongada. Aquí, también, Browning estaba feliz de complacer a su país. En abril de 1917, Browning trajo una ametralladora calibre .30 recién diseñada a la Armería de Springfield, donde se probaron las armas del gobierno, y procedió a disparar 20,000 rondas sin un solo mal funcionamiento. Después de una breve pausa, Browning repitió la hazaña, gastando un total de 40,000 rondas a una velocidad de 600 rondas por minuto sin un atasco o cualquier otro problema mecánico. La asombrosa demostración de Browning estableció un nuevo punto de referencia para el rendimiento de las ametralladoras y convenció al gobierno para que le hiciera una oferta por los derechos de fabricación completos de la ametralladora, el rifle automático y la pistola semiautomática .45 durante la guerra.
Un representante del gobierno hizo la oferta a John y a su hermano Matt, admitiéndoles que la cantidad que el gobierno podía ofrecer era "solo una fracción de lo que recibiría de las regalías sobre los pedidos ya reservados, y puede que no sea aceptable". el gobierno estaba ofreciendo - $ 750,000 - no era una suma promedio, pero solo una fracción de los más de $ 10 millones que John podría haber obtenido de las regalías antes mencionadas.
Sin embargo, John Browning no dudó. "Mayor, si le conviene al Tío Sam, me parece bien". Después de que el funcionario del gobierno se fue, Matt le recordó a su hermano cuánto dinero podía perder al aceptar la primera oferta del gobierno. John respondió simplemente: "Sí, y si tuviéramos quince o veinte años menos, estaríamos allí en el barro".
Tan agradecido fue el gobierno federal por la generosidad de John Browning con sus inventos en tiempos de crisis nacional, que nada menos que el secretario de guerra de los EE. UU., Newton Baker, le escribió una carta personal de agradecimiento:
***continúa en el siguiente post***
Última edición por kanion el Mar Ene 09, 2018 8:07 pm, editado 1 vez en total.
Las fallas de las armas por lo general se producen por la misma cantidad de piezas y a veces cada una da más fallas.
- kanion
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
***3ra. y última parte de la biografía de Browning***
Mi querido señor Browning:
He aprendido del comandante Little de la actitud patriótica y generosa que adoptó en las negociaciones para el uso de sus patentes de ametralladoras ligeras y pesadas en esta emergencia, y le pido permiso para expresarle mi agradecimiento. Has realizado ... un servicio muy distinto a este país en invenciones, y contribuido a la fortaleza y efectividad de nuestros ejércitos. Usted se ha agregado a ese servicio por la actitud que ha adoptado con respecto a los arreglos financieros necesarios para que sus inventos estén disponibles para el gobierno.
Cuando las primeras ametralladoras de calibre .30 de BAR y Browning entraron en guerra en el otoño de 1918, estaba disponible una Browning en los campos de batalla de Francia para inaugurarlas. El hijo de John, Val, que había ayudado en la fabricación de ambas armas, fue enviado a Francia para entrenar a los estadounidenses en el uso de las nuevas armas, y fue el primero en utilizar a cada uno de ellos en el campo contra el enemigo. Una ametralladora más pesada solicitada por el General Pershing, un modelo calibre .50, también fue desarrollada por Browning, pero no estaba en producción para fines de la guerra. Se convirtió en un elemento básico de las fuerzas estadounidenses en guerras posteriores, junto con el BAR y la ametralladora calibre .30. Ambas ametralladoras se utilizaron con efectos devastadores en aviones durante la Segunda Guerra Mundial, y el BAR, debido a su robustez y portabilidad, demostró ser especialmente efectivo en la guerra de la jungla en el teatro del Pacífico de esa guerra.
Oda al hombre de Ogden
Después de la guerra, John Browning, ahora de alrededor de 60 años, continuó innovando. Su último gran invento, un cañón de 37 milímetros encargado por el ejército de los EE. UU., Era una señal de lo que vendría, aunque el propio Browning no viviría para verlos, de una guerra moderna que se movería de las trincheras a los cielos.
John Moses Browning no sobrevivió por mucho tiempo a la guerra que había visto su invento usado con el mayor efecto. En 1926, falleció de un ataque al corazón mientras trabajaba en lo que se había convertido en su segundo hogar, Fabrique Nationale en Liege. El barco que llevaba su cuerpo de regreso a su tierra natal fue recibido por una escolta militar, y fue elogiado por otro agradecido secretario de guerra, Dwight Davis. Recordando a los dolientes que ningún invento de John Browning había demostrado ser un fracaso, Davis llegó a conferir un elogio extraordinario al difunto inventor: "No se cree que ningún otro individuo haya contribuido tanto a la seguridad nacional de este país como el Sr. Browning en el desarrollo de nuestras ametralladoras y nuestras armas automáticas a un estado de eficiencia militar superior al de todas las naciones ".
Tampoco John Browning, cuyos muchos inventos han llevado su nombre y fama mucho más allá de su propio tiempo, será recordado solo por sus inventos militares. Apenas un deportista o tirador objetivo puede tomar el campo sin hacer uso de una o más de las invenciones de Browning. En total, obtuvo 128 patentes diferentes, y la compañía que fundó su familia todavía está en funcionamiento, aunque su sede, Ogden, ya no es un pueblo fronterizo y polvoriento, sino una ciudad moderna de tamaño mediano. La vida de John Moses Browning fue una historia de éxito estadounidense de primer orden, de un genio sin pretensiones cuyas invenciones cambiaron el curso de la historia moderna, que cosechó grandes recompensas por sus habilidades únicas pero voluntariamente se subordinó al país cuando más se necesitaba su talento.
Foto: Colección Ogden Union Station
Mi querido señor Browning:
He aprendido del comandante Little de la actitud patriótica y generosa que adoptó en las negociaciones para el uso de sus patentes de ametralladoras ligeras y pesadas en esta emergencia, y le pido permiso para expresarle mi agradecimiento. Has realizado ... un servicio muy distinto a este país en invenciones, y contribuido a la fortaleza y efectividad de nuestros ejércitos. Usted se ha agregado a ese servicio por la actitud que ha adoptado con respecto a los arreglos financieros necesarios para que sus inventos estén disponibles para el gobierno.
Cuando las primeras ametralladoras de calibre .30 de BAR y Browning entraron en guerra en el otoño de 1918, estaba disponible una Browning en los campos de batalla de Francia para inaugurarlas. El hijo de John, Val, que había ayudado en la fabricación de ambas armas, fue enviado a Francia para entrenar a los estadounidenses en el uso de las nuevas armas, y fue el primero en utilizar a cada uno de ellos en el campo contra el enemigo. Una ametralladora más pesada solicitada por el General Pershing, un modelo calibre .50, también fue desarrollada por Browning, pero no estaba en producción para fines de la guerra. Se convirtió en un elemento básico de las fuerzas estadounidenses en guerras posteriores, junto con el BAR y la ametralladora calibre .30. Ambas ametralladoras se utilizaron con efectos devastadores en aviones durante la Segunda Guerra Mundial, y el BAR, debido a su robustez y portabilidad, demostró ser especialmente efectivo en la guerra de la jungla en el teatro del Pacífico de esa guerra.
Oda al hombre de Ogden
Después de la guerra, John Browning, ahora de alrededor de 60 años, continuó innovando. Su último gran invento, un cañón de 37 milímetros encargado por el ejército de los EE. UU., Era una señal de lo que vendría, aunque el propio Browning no viviría para verlos, de una guerra moderna que se movería de las trincheras a los cielos.
John Moses Browning no sobrevivió por mucho tiempo a la guerra que había visto su invento usado con el mayor efecto. En 1926, falleció de un ataque al corazón mientras trabajaba en lo que se había convertido en su segundo hogar, Fabrique Nationale en Liege. El barco que llevaba su cuerpo de regreso a su tierra natal fue recibido por una escolta militar, y fue elogiado por otro agradecido secretario de guerra, Dwight Davis. Recordando a los dolientes que ningún invento de John Browning había demostrado ser un fracaso, Davis llegó a conferir un elogio extraordinario al difunto inventor: "No se cree que ningún otro individuo haya contribuido tanto a la seguridad nacional de este país como el Sr. Browning en el desarrollo de nuestras ametralladoras y nuestras armas automáticas a un estado de eficiencia militar superior al de todas las naciones ".
Tampoco John Browning, cuyos muchos inventos han llevado su nombre y fama mucho más allá de su propio tiempo, será recordado solo por sus inventos militares. Apenas un deportista o tirador objetivo puede tomar el campo sin hacer uso de una o más de las invenciones de Browning. En total, obtuvo 128 patentes diferentes, y la compañía que fundó su familia todavía está en funcionamiento, aunque su sede, Ogden, ya no es un pueblo fronterizo y polvoriento, sino una ciudad moderna de tamaño mediano. La vida de John Moses Browning fue una historia de éxito estadounidense de primer orden, de un genio sin pretensiones cuyas invenciones cambiaron el curso de la historia moderna, que cosechó grandes recompensas por sus habilidades únicas pero voluntariamente se subordinó al país cuando más se necesitaba su talento.
Foto: Colección Ogden Union Station
Las fallas de las armas por lo general se producen por la misma cantidad de piezas y a veces cada una da más fallas.
- SebaEscopeta
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
100% de acuerdo.mvignetta escribió:Le voy a hacer una pequeña observación, marco un antes, un después no logro marcarlo nadie con respecto a las armas de fuego aun.
Los diseños innovadores de este genio, solo fueron retocados y mejorados en algunos casos, pero en lineas generales, hace mas de un siglo que se lo sigue copiando.
Muchísimos modelos siguen vigentes hoy en día y estamos hablando que hubo una revolución tecnológica entre las generaciones del caballero y la nuestra.
Abrazo
Miembro HSS. Brechero Auxiliar.
"Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución."Art 21 CN.
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- mvignetta
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Estimado KANION, ha armado usted un hermoso posteo, le agradezco y lo felicito.
An unarmed man can only flee from evil and evil is not overcome by fleeing from it.
Jeff Cooper.
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- kanion
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
mvignetta escribió:Estimado KANION, ha armado usted un hermoso posteo, le agradezco y lo felicito.
Las fallas de las armas por lo general se producen por la misma cantidad de piezas y a veces cada una da más fallas.
- 12mag
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Que hermoso post....muy buenas las lineas biográficas del Sr. JUAN padre de las armas modernas....
No doy explicaciones, de por qué cazo, mis amigos no las necesitan, mis enemigos no las creerán y los bol~#!@ nunca las entenderán...12mag...
- thanatos1ar
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Un GENIO ADELANTADO A SU TIEMPO.....Creo sin temor a equivocarme que hasta el advenimiento de armas que reemplacen a las de fuego sus diseños se mantedran plenamente vigentes.... Ya que los actualmente en boga (Browning Mejorado, Browning-Sig) en su gran mayoría son solo mejoras de los primigenios por el inventados....
Guatra cuanto se te extraña!!!!!
IRASCINI ME ET NOLLY PECCARE
IRASCINI ME ET NOLLY PECCARE
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Re: Las armas de J. M. Browning (solo imágenes)
Y la del más grande BERETTA de 500 años bajen fotos