CHACO SALTEÑO, CAZA EN EL RIO PILCOMAYO Y BAÑADO LA ESTRELLA

[BTOAGUIRRE]

Bueno hablaremos de la caza en la zona del chaco formoseño, rio Pilcomayo , como ya comente nuestra parada obligatoria al viajar al rio Pilcomayo es el pueblo de el chorro, muy cerca ya del rio, allí tenemos un amigo (Emilio) quien vive en el pueblo pero a su vez posee una finca en lo zona. La actividad predominante allí es la ganadería, todavía no se ven los desmontes para la plantación de soja, en realidad hay zonas donde en ningún caso han sido explotadas de esta forma y vemos que el monte esta virgen en todas sus partes. Los animales de caza son por excelencia la corzuela, (todos la buscan) y los chanchos rosillos o majanos, en cuanto a los animales de caza menor, hay una explosión de cantidad, conejos, charatas, quirquinchos, vizcachas, patos (en las aguadas o madrejones como los llaman ellos, a la orilla del camino cuando uno va) , en su diferentes tipos, picazo, patillo, silbador. Esto de los caminos es una curiosidad, pues como comente nosotros entramos por un camino petrolero en la localidad de los Blancos en la ruta 81, ese camino es un paraíso de animales menores yendo y viniendo, también corzuelas y chanchos, tanto que uno va parando cada rato para tirarles a los conejos, charatas, en la noche vizcachas, patos y más. He cazado muchos chanchos viniendo a esta zona, pero la caza que mas me llamo la atención fue, una que realice para un vecino de la finca de Emilio. Resulta que este señor se entero que veníamos a cazar y que trajimos (entre otras armas) mi fusil 308 , me vino a ver y me comento lo siguiente, el tiene su finca como dije al lado de nuestro anfitrión , y allí tiene ganado vacuno, hace poco compro un toro para cruza, y las cosas no salieron como el pretendía. Hay un toro bagual en la zona (es el toro que se crio en el monte y se vuelve extremadamente salvaje) al que todos le temen, pues saben de su mal genio y de su peligrosidad, va de finca en finca buscando hembras para aparearse, en este caso ataco e hirió seriamente al toro comprado para cruza, el cual tuvo que ser llevado a otro lugar para su recuperación. Se me pidió que con mi fusil, intentara la caza de este animal tan esquivo y salvaje, pues ellos con sus rifles calibre 22 , están lejos de hacerle algún daño habiendo intentado otras soluciones sin mayores beneficios. Para facilitar la caza, se decidió que se iba a atar una vaca en celo en un descampado cerca del madrejón, y allí proceder a la espera del bagual y así poder llegar a hacerlo un tiro preciso. El madrejón estaba a doscientos metros de la casa del dueño de la finca, donde decidimos esperar, (se nos dijo que el toro emite unos mugidos espantosos), y que cuando llegara anunciaría su presencia, sin problemas nos pondría sobre aviso. Así estuvimos toda la mañana y nada. Cuando estábamos por almorzar (ya aburridos de esperar), sentimos unos mugidos terribles, que sacudió todo el monte (y eso que esta a doscientos metros), tome el 308, mi amigo Carlitos Claveria la escopeta y el chaqueño, el 22 y fuimos. Caminamos nerviosos hasta cerca del madrejón, allí en fila india encabezando la fila yo con mi fusil, cuando estuvimos cerca, empezamos despacito a caminar en dirección de la vaca atada, se la veía perfectamente y por mas que nos esforzábamos no podíamos lograr divisar al bagual, estuvimos quietos un rato y nada, caminamos un poco mas y esperamos y nada, otro poco mas y esperamos y nada, me empezó a agarrar un mal presentimiento y entonces decidí que era mejor retroceder sobre nuestros pasos, me di vuelta para hablar con mis compañeros y entonces sentí como si una locomotora se abría paso por el monte a nuestras espaldas y atropellaba entre mugidos, palos rotos y nuestros propios gritos, paso , y me tire debajo de un guayacán caído , los mismo hicieron mis compañeros. El bagual se paro cerca nuestro (nosotros cuerpo a tierra) nos miro un momento y luego ignorándonos se marcho en dirección a la hembra, antes de llegar se detuvo y nos mira nuevamente unos momentos, que aproveche para tomar el fusil , abrir las patas del bipode y regular la mira (estaba cerca para tiro de fusil) y apuntándole a la cabeza, en la zona de la oreja dispare sin mas preámbulos, cayo seco al suelo y empezó con las patadas una tras de otra hasta que expiro. Después de la muerte del bagual, dejamos su cadáver sin tocar, pues según se me dijo cuando un animal ajeno irrumpe para hacer daño en tu finca estas en tu derecho de evitar el daño como sea necesario, en este caso matándolo por lo que había que dejar su cadáver podrirse para que su dueño, en caso de aparecer comprenda que no se trato de nada personal sino necesario para el dueño de la finca invadida. Años después mi amigo Emilio me trajo la cabeza del bagual, (ya hecho osamenta) pues el puestero se lo había dado para que me sea entregada como yo se lo había pedido y aun ahora lo tengo en mi casa. Ya que estoy hablando del Pilcomayo me viene a la memoria un viaje al bañado de la estrella a cazar y pescar con mi doctor Héctor Ismael, quien me atendió amablemente cuando me enferme de dengue en salta capital, este amable doctor, influenciado por mis anécdotas de la caza y pesca interminables y salvaje de la zona , quiso venir a aventurarse y conocer, acepte gustoso de acompañarle y emprendimos viaje, junto con nosotros vinieron dos amigos de el dentistas de profesión , llegamos al bañado de la estrella, después de ellos haber cazado a su antojo conejos, charatas, en el camino, esperando poder cazar algún chancho en el bañado nos dirigimos al cacique para pedirle permiso para entrar , el cual nos fue concedido y notamos que estaba molesto por una muela hinchada que lo tenia a mal traer y aunque había intentado todos los remedios aborígenes era indudable que no conseguía mejorar su estado de dolor. Viendo tal situación nuestros queridos doctores se ofrecen a solucionarle el tema, siendo aceptado por nuestro incrédulo cacique, pues era evidente que ya no daba mas de dolor , ellos piensan que la medicina del hombre blanco no soluciona nada y te enferma el cuerpo, al referirse a los remedios, una pinza de pesca se usaría para extraer la muela al aborigen (no había mas) , se le dio una placebo (llevaron un maletín de medicamentos si bien le indique que lleve algo de remedio para dar , llevo muchísimos) con lo que se le indico al indio que no le dolería casi nada (a pesar de su rudeza este aborigen lo asustaba el dolor de muela), tomo con la pinza de pesca la muela del aborigen y de dos movimientos se la arranco, ante el grito del corpulento muchacho que se aguanto de acuchillarnos pues evidentemente le dolió hasta el alma, se le dio antiinflamatorios y a otra cosa mariposa, nos fuimos tranquilos a descansar pensando al día siguiente salir al bañado con la escopeta a buscar un chancho y tirarle a los picazos ya con la autorización en nuestras manos. Una cosa mas , este aborigen tenia un tatuaje de una raya negra que le cruzaba toda la cara, casi de oreja a oreja, y pasaba por sobre la boca, era algo que sucedió cuando se hizo hombre según me conto y ya su padre sabía que iba a ser cacique y era para atemorizar a los enemigos y la verdad que era muy intimidante con ese tatuaje , me imagine como conquistador enfrentándolo e imaginar con su cabello largo al viento, su lanza larga y su rostro de piedra, debió ser para salir corriendo, a pesar de mi pedido no se dejo fotografiar. Antes del amanecer del día siguiente, me despertó unos murmullos de voces afuera de nuestras carpas, salí a ver qué pasaba y me doy con una fila de aborígenes esperando tranquilos ,(todavía era de noche) al acercarme y preguntarle que es lo que pasaba, después de hablar a varios que me miraban tímidos y no me contestaban uno de ellos me indico que “pal dotor”, como están esperando al doctor , aha fue la respuesta, fui y le avise a mis doctores amigos quienes se levantaron y al ver tamaño espectáculo armados de paciencia se dedicaron a atender a cada unos de los aborígenes (entregándoles también medicamentos) sin pensar que en una hora eran como cien, (había también algunos criollos) pues me vi en la necesidad de hacer el papel de secretaria y así estuvimos todo el día y parte de la noche hasta que terminamos. Fuimos a dormir molidos y al día siguiente el mal clima se desato y no pudimos entrar al bañado y esperamos una día mas y nada por lo que tuvimos que regresar sin siquiera haber cazado y pescado en el bañado, cero pescados y corzuelas o chanchos pero las alforjas llenas de , lechones, cabritos, algunos pollos, miel de la abeja extranjera y hasta una iguana y seis quirquinchos, que los aborígenes entregaron a mi doctor en agradecimiento. Tengo que destacar también que no usamos ninguno de los víveres que llevamos pues el cacique mando , después que le sacamos la muela, a dos mujeres aborígenes a nuestro campamento y ellas nos cocinaban y nos preparaban, el mate cocido y la comida, aunque mis doctores morían por un café (que llevamos en cantidad) ellos (mis doctores) las llamaban “antena “ que es como fonéticamente sonaban las palabras que ellas repetían incansablemente, a mi entender era mas que un saludo algo así como “estoy a tus ordenes o servicio”, esto despertó los comentarios jocosos de mis doctores en el sentido sexual, pero al manifestarles que la mujer aborigen cuando tiene su primera menstruación se encuentra habilitada por la comunidad para tener relaciones sexuales con quien ellas así lo deseen , no significando compromiso matrimonial, en el caso de estas aborígenes seguro eran solteras, pero fueron enviadas por el cacique indudablemente no solo para cocinar, y que al comentar sobre esto ellas estaban atentas mirando , pues no hacia falta entender el idioma para darse cuenta la disponibilidad de las mismas y que podía llegar a ser una ofensa el rechazo, dicho esto, mi doctor casi se atraganta con la coca (con la coca de coquear) , tuvimos que golpearle la espalda para que se desahogue, hasta que le aclara que era sola una idea mía tales recomendaciones, pero las “chicas” estaban paradas mirando acariciándose el cabello negro y largo casi sonrientes (no ríen mucho) sin decir palabras, presuroso mi doctor pidió ir a los patos aunque el clima era un obstáculo. El caso es que ellas nos cocinaron todos los días siguientes sin moverse de nuestro lado, y siempre junto con otros aborígenes que se invitaban con total franqueza y sin problemas, tal es así que comimos todos los días ,(rodeados de gente) lo que ellos comen, bagre frito, sábalo frito, iguana , quirquincho, y hasta sopa de palometa, que curiosamente es de un color blanco como si fuese leche de vaca, bien espeso pero riquísima, (claro que todo estaba llenos de cabellos de las cocineras pues las mujeres aborígenes lo tienen largo y es una afrenta para ellas cortárselos y están orgullos de su pelo ) y cada vez que íbamos a comer pasábamos nuestro buenos minutos sacando pelo de la comida, aunque el problema verdadero estuvo en que dejamos que los aborígenes cuando llegamos tomaran nuestra gaseosa y en dos horas… la terminaron , pues el doctor amable dijo que saquen si tienen sed de la conservadoras la bebida y así fue, el había llevado fernet para tomar con coca al lado del fogón según tenia planeado y ni eso dejaron, no habiendo nada para beber tuvimos que tomar agua del rio, aunque mis doctores la hacían hervir constantemente, asustados pues por sus conocimiento saben las enfermedades que se puede ligar tomándola así de esa forma y cada rato hervían agua y la dejaban que se enfrié en una tinaja aborigen (allí se llenaba de tierra e insectos) y después tomábamos esa agua que lógicamente era poco menos que asquerosa, pero no había mas remedio ante la mirada enojada de nuestras cocineras aborígenes que así de esta forma confirmaban que lo blancos somos sucios y delicados , además eran mas chinchudas (raro en ellas) que no si el cacique las envió en venganza del dolor de la muela extraída o para agasajarnos. Habíamos llevado agua en un bidón de 20 lts. , que siempre llevo sobre todo para lavar las cosas, pero mi doctor regalo el bidón y el aborigen se lo llevo con agua y todo y nos quedamos mas secos que lengua i’loro. Por último la iguana y los seis quirquinchos , que estaban vivos, cuando salimos para volvernos y después de un trecho soltamos en el monte, pues esta gente es muy supersticiosa y tiene la idea de que si te entrega algún animal y después uno lo regala o suelta, sin llegar por supuesto a comérselo, ellos pierden efectividad en su caza o pesca, tal es así que los periodos en los cuales no cazan o pescan nada, que ocurre por supuesto, lo atribuyen a malos espíritus de la pachamama que se vuelven sobre ellos pues alguien a quien dieron o con el que pagaron alguna encomienda pendiente lo regalo o tiro condenándolos a ellos a un periodo de “yeta” en la caza y pesca. Así como ustedes leen esto que cuento es algo serio a tener en cuenta pues estos aborígenes son persona sencillas y ambles pero cuando están enojados son obstinados y obsecuentes de sus creencias y en su ignorancia imprevisibles, salimos y con las manos nos saludaban .Nunca se olvido mi doctor Héctor Ismael de este viaje, que fue el único que hicimos y aunque siempre quiso volver sus compromisos profesionales (después fue director del hospital publico de salta) se lo impidieron, de mas esta decir que hasta el día de hoy continua siendo mi doctor atendiéndome amablemente y cada vez que voy , nos pasamos recordando el viaje y sus detalles mientras en la sala de espera el murmullo de los pacientes en espera nos llega al consultorio. Espero les guste , saludos beto aguirre

[gustavogc3h]

Beto, felicitaciones y muchas gracias por compartir estas experiencias.
Saludos.
Gustavo.

[hilux]

beto, tremendo relato, son para imprimir y guardar como cada uno de ellos, muchas gracias

[elcazador150]

Estimado Beto Aguirre
Convencido que su impresionante relato ha dejado pasmado de felicidad a muchos forista al igual que a mi.
Aquellos que aventuramos la posibilidad de ser un cazador cazado, hemos compartido con UD, tremenda adrenalina originada por la búsqueda de ese Toro asilvestrado y mal llamado cimarrón al que Abatió para alegría de muchos alambrados, sembrados y hembras que dejo por el andar de ese bruto, que debe haber superado los 700 kilos, un verdadero tren sin conductor.
Gracias por habernos incursionado en la idiosincrasia de las etnias mesopotámicas, tan llena de leyendas y misterios, esta parte del boceto es muy enriquecedora, donde vuestros dote de buena gente, generaron satisfacción y nuevas expectativas de salud para esos hombres, mujeres y niños viven olvidados.
Bien dijo Hilux, Para guardar como esos artículos que seguramente perduraran en el tiempo
Con todo mi afecto, lo invito a que NO nos prive de seguir disfrutando de sus historias, que probablemente con el tiempo se transformen en cuentos escritos.
No lo piense mas, SIGA escribiendo para nuestro deleite y disfrute con sus historias, tenga por seguro que se gano un lugar en el corazón de todo cazador que leyó su narración.

[bichi]

enriquesedor,vivenciable y envidiable

[BTOAGUIRRE]

gracias amigos a todos por sus buenos concepto. Los saludo beto aguirre

[charch]

Otro relato buenísimo Beto. Un lujo.
Segui nomas escribiendo que lo haces muy bien.
Gracias por compratir tus vivencias.
Saludos

[ducati]

mis felicitaciones por el relato ,una vez mas la realidad nos deja helados
saludos

[miguelangelpavon]

gracias por tus relatos. me traen gratos recuerdos de mi padre ,tios y abuelo , que trabajaron en el ferrocarril en formosa .
saludos.
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[HEB55]

Para que todavia no pude leer las ultimas
gracias por Compartir
Saludos