Mal cazador - Huampi
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Mal cazador - Huampi
Desde muy joven, Huampi había sido un diestro cazador. Cuando la presa era la vicuña, reunía a sus compañeros y todos juntos, guiados por él, se iban a los cerros. Allí, a una señal de Huampi, rodeaban el lugar donde se hallaban los animales con largas cuerdas de lana de las que colgaban cintas de colores. Improvisaban así un corral enorme. Las vicuñas, al intentar huir, se encontraban con ese cerco de lana tan delicado y frágil que bien podrían haberlo cruzado con un saltito de sus ágiles patas.
Pero no; asustadas por las cintas de colores sacudidas por el viento, retrocedían espantadas y quedaban en poder de los cazadores.
En la dura lucha por la vida, aunque no lo parezca, aquellos hombres no eran despiadados. Cazaban tan sólo lo necesario y acataban las leyes de la Pacha Mama, la Gran Madre que, desde algún lugar del cielo, velaba por todas las criaturas. Los cazadores siempre le demostraban respeto.
Antes de subir al cerro, hacían un hoyo en la tierra y en él depositaban sus ofrendas sencillas. Después, el jefe de la cacería le dirigía una súplica:
- Pacha Mama, Madre del Cerro, ¡ haz que nos vaya bien! No mezquines tus vicuñas. ¡Haz que nos vaya bien! Danos suerte, no nos hagas apunar. i Haz que nos vaya bien!
Pasó el tiempo y las cosas cambiaron. El joven H uampi, ya no tan joven, fue elegido cacique. Y no sólo de los suyos, también llegó a gobernar varios pueblos de los valles calchaquíes.
Entonces también cambió la mente y el corazón de Huampi.
-Cayca noccapa - afirmaba, soberbio, señalando cerros y hondonadas. En su lengua quechua eso significaba: "Esto es mío".
El poder se le subió a la cabeza y se creyó dueño absoluto de aquellas tierras, de sus bienes naturales y sus gentes. Cuando su mujer lo veía echar mano a las boleadoras y al cuchillo o la lanza, le recordaba que había carne de sobra y no tenía sentido sacrificar más animales. Porque Huampi seguía apasionado por la caza pero, de hombre prudente, se había convertido en cazador desaforado.
Su mujer no fue la única; otros miembros de la tribu dejaron oír sus voces.
- No persigas a las vicuñas - le suplicaron las tejedoras - La lana que tenemos es más que suficiente.
- Basta ya, no mates más pájaros - le pidió el artesano encargado de las vinchas y los mantos recubiertos de plumas para las grandes ceremonias.
Huampi ni los oyó. Él sólo estaba atento a quienes lo festejaban y aplaudían cuando obraba a su antojo.
Así las cosas, Viñucorco, el cerro más poblado de animales, parecía temblar con el miedo de las vicuñas y los guanacos. En Pumayaco, la aguada del puma, las madres escoltaban a sus crías hasta los sitios más ocultos y resguardados.
Todos buscaban salvarse al presentir que se acercaba Huampi, el que mataba porque sí y perseguía hasta a los más indefensos.
Suri, el ñandú, escapaba a las zancadas.
Y las aves, del cóndor a la lechuza, volaban lejos.
Un día corrió peligro Ruilla, la liebre. Aunque, al ver a Huampi, huyó con las orejas tiesas, él alcanzó a apuntarle con su flecha.
Por suerte desde allá arriba, alguien apartó una cortina de nubes y se asomó a ver lo que ocurría; era Llastay, el dueño de los animales, ayudante de la Pacha Mama en la tarea de cuidar
la tierra.
Huampi estaba por disparar una flecha certera cuando, con esa costumbre de estar en todas partes al mismo tiempo tan propia de los dioses, Llastay se le plantó delante y le dijo de todo.
-¡Pedazo de ignorante! ¿El poder te ha cegado a tal punto que ya no sabes lo que te conviene? Si sigues matando por gusto, la naturaleza se dará el gusto de privarte de muchas cosas que tu pueblo necesita, como la carne y la lana de los animales. Huampi se defendió:
-Cayca noccapa.
En su cabeza sólo había lugar para una idea: j Esto es mío!
- Ese es tu error - sentenció Llastay-. Te advierto que, por este camino, le harás daño a tu gente y a tu tierra porque, te prevengo, hasta los dioses perdemos la paciencia.
Dicho esto desapareció dejando a Huampi triste y pensativo.
Por un tiempo perdió las ganas de salir de cacería y los animales respiraron tranquilos. Sin embargo, pronto se las ingenió para volver a las andadas.
Se dijo que lo de Llastay había sido un sueño, que era cosa de chicos dejarse intimidar, y otros razonamientos por el estilo. La cuestión es que un día se alejó del pueblo para seguir haciendo barbaridades.
Quiso el destino que la primera en salirle al paso fuera Huilla, la liebre.
El encuentro la dejó paralizada de miedo y Huampi aprovechó para hacer puntería. Pero esta Huilla era un animalito con suerte y volvió a salvarse. Huampi no quiso perder tiempo con ella: acababa de divisar en el cielo la majestuosa silueta del cóndor.
La gran ave no era presa fácil. Se alejó y Huampi fue tras ella, seguro de alcanzarla con sus flechas.
Cuando parecía detenido en el aire, daba un giro y se alejaba más aún.
Huampi lo siguió, fascinado, y sin darse cuenta, llegó a un paraje desconocido. Entonces por fin creyó poder acertarle y le apuntó, pero el ave se esfumó en el aire y en su lugar apareció la cara de la Pacha Mama.
-¡Qué trabajo nos das, Huampi! - suspiró la Gran Madre -. Te prestamos los animales para que los cuides y los matas porque sí.
El cacique no atinó a decir palabra.
- Sé que me has hecho ofrendas pero eso poco y nada significa. Ahora te mostraré lo que ocurre en la naturaleza cuando los hombres le pierden el respeto.
Huampi quedó perplejo.
La cara de la Pacha Mama se desvaneció, dando lugar a densos nubarrones y se oyó un silbido penetrante que llegaba de lejos. Huampi se acurrucó temblando al pie de un árbol. y llegó lo anunciado. No tenía forma de hombre ni de animal; no tenía forma alguna porque era nada menos que el viento. Un viento furioso que jamás antes había soplado. Tan cálido que quemó las plantas; tan fuerte que arrancó los árboles. El vendaval le arrebató a Huampi su vincha de cacique y las armas y, si bien respetó las poblaciones, dejó muchas tierras peladas, desiertas.
Cuentan que así apareció en la región el temible viento zonda, aquel que la Pacha Mama tenía bien atadito en los palenques del cielo y que desató un día que perdió la paciencia por causa de un mal cazador llamado Huampi.
Pero no; asustadas por las cintas de colores sacudidas por el viento, retrocedían espantadas y quedaban en poder de los cazadores.
En la dura lucha por la vida, aunque no lo parezca, aquellos hombres no eran despiadados. Cazaban tan sólo lo necesario y acataban las leyes de la Pacha Mama, la Gran Madre que, desde algún lugar del cielo, velaba por todas las criaturas. Los cazadores siempre le demostraban respeto.
Antes de subir al cerro, hacían un hoyo en la tierra y en él depositaban sus ofrendas sencillas. Después, el jefe de la cacería le dirigía una súplica:
- Pacha Mama, Madre del Cerro, ¡ haz que nos vaya bien! No mezquines tus vicuñas. ¡Haz que nos vaya bien! Danos suerte, no nos hagas apunar. i Haz que nos vaya bien!
Pasó el tiempo y las cosas cambiaron. El joven H uampi, ya no tan joven, fue elegido cacique. Y no sólo de los suyos, también llegó a gobernar varios pueblos de los valles calchaquíes.
Entonces también cambió la mente y el corazón de Huampi.
-Cayca noccapa - afirmaba, soberbio, señalando cerros y hondonadas. En su lengua quechua eso significaba: "Esto es mío".
El poder se le subió a la cabeza y se creyó dueño absoluto de aquellas tierras, de sus bienes naturales y sus gentes. Cuando su mujer lo veía echar mano a las boleadoras y al cuchillo o la lanza, le recordaba que había carne de sobra y no tenía sentido sacrificar más animales. Porque Huampi seguía apasionado por la caza pero, de hombre prudente, se había convertido en cazador desaforado.
Su mujer no fue la única; otros miembros de la tribu dejaron oír sus voces.
- No persigas a las vicuñas - le suplicaron las tejedoras - La lana que tenemos es más que suficiente.
- Basta ya, no mates más pájaros - le pidió el artesano encargado de las vinchas y los mantos recubiertos de plumas para las grandes ceremonias.
Huampi ni los oyó. Él sólo estaba atento a quienes lo festejaban y aplaudían cuando obraba a su antojo.
Así las cosas, Viñucorco, el cerro más poblado de animales, parecía temblar con el miedo de las vicuñas y los guanacos. En Pumayaco, la aguada del puma, las madres escoltaban a sus crías hasta los sitios más ocultos y resguardados.
Todos buscaban salvarse al presentir que se acercaba Huampi, el que mataba porque sí y perseguía hasta a los más indefensos.
Suri, el ñandú, escapaba a las zancadas.
Y las aves, del cóndor a la lechuza, volaban lejos.
Un día corrió peligro Ruilla, la liebre. Aunque, al ver a Huampi, huyó con las orejas tiesas, él alcanzó a apuntarle con su flecha.
Por suerte desde allá arriba, alguien apartó una cortina de nubes y se asomó a ver lo que ocurría; era Llastay, el dueño de los animales, ayudante de la Pacha Mama en la tarea de cuidar
la tierra.
Huampi estaba por disparar una flecha certera cuando, con esa costumbre de estar en todas partes al mismo tiempo tan propia de los dioses, Llastay se le plantó delante y le dijo de todo.
-¡Pedazo de ignorante! ¿El poder te ha cegado a tal punto que ya no sabes lo que te conviene? Si sigues matando por gusto, la naturaleza se dará el gusto de privarte de muchas cosas que tu pueblo necesita, como la carne y la lana de los animales. Huampi se defendió:
-Cayca noccapa.
En su cabeza sólo había lugar para una idea: j Esto es mío!
- Ese es tu error - sentenció Llastay-. Te advierto que, por este camino, le harás daño a tu gente y a tu tierra porque, te prevengo, hasta los dioses perdemos la paciencia.
Dicho esto desapareció dejando a Huampi triste y pensativo.
Por un tiempo perdió las ganas de salir de cacería y los animales respiraron tranquilos. Sin embargo, pronto se las ingenió para volver a las andadas.
Se dijo que lo de Llastay había sido un sueño, que era cosa de chicos dejarse intimidar, y otros razonamientos por el estilo. La cuestión es que un día se alejó del pueblo para seguir haciendo barbaridades.
Quiso el destino que la primera en salirle al paso fuera Huilla, la liebre.
El encuentro la dejó paralizada de miedo y Huampi aprovechó para hacer puntería. Pero esta Huilla era un animalito con suerte y volvió a salvarse. Huampi no quiso perder tiempo con ella: acababa de divisar en el cielo la majestuosa silueta del cóndor.
La gran ave no era presa fácil. Se alejó y Huampi fue tras ella, seguro de alcanzarla con sus flechas.
Cuando parecía detenido en el aire, daba un giro y se alejaba más aún.
Huampi lo siguió, fascinado, y sin darse cuenta, llegó a un paraje desconocido. Entonces por fin creyó poder acertarle y le apuntó, pero el ave se esfumó en el aire y en su lugar apareció la cara de la Pacha Mama.
-¡Qué trabajo nos das, Huampi! - suspiró la Gran Madre -. Te prestamos los animales para que los cuides y los matas porque sí.
El cacique no atinó a decir palabra.
- Sé que me has hecho ofrendas pero eso poco y nada significa. Ahora te mostraré lo que ocurre en la naturaleza cuando los hombres le pierden el respeto.
Huampi quedó perplejo.
La cara de la Pacha Mama se desvaneció, dando lugar a densos nubarrones y se oyó un silbido penetrante que llegaba de lejos. Huampi se acurrucó temblando al pie de un árbol. y llegó lo anunciado. No tenía forma de hombre ni de animal; no tenía forma alguna porque era nada menos que el viento. Un viento furioso que jamás antes había soplado. Tan cálido que quemó las plantas; tan fuerte que arrancó los árboles. El vendaval le arrebató a Huampi su vincha de cacique y las armas y, si bien respetó las poblaciones, dejó muchas tierras peladas, desiertas.
Cuentan que así apareció en la región el temible viento zonda, aquel que la Pacha Mama tenía bien atadito en los palenques del cielo y que desató un día que perdió la paciencia por causa de un mal cazador llamado Huampi.
- carrivol
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- Registrado: Mié Jun 22, 2011 11:56 am
- Ubicación: santa fe capital
Re: Mal cazador - Huampi
Muy linda historia gracias por compartirla---
- yaguatirica
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- Registrado: Lun Jul 27, 2009 7:46 pm
- Ubicación: Tierras Charrúas
Re: Mal cazador - Huampi
Me encantó !!!!
Muchas gracias
Y
Muchas gracias
Y
Vago no soy,...quizás algo tímido para el esjuerzo.
-
- Mensajes: 756
- Registrado: Lun Ago 10, 2009 2:54 pm
Re: Mal cazador - Huampi
Bien Hunter! Estos posteos le dan calidad al foro! Tartarin
- superman
- Forista expulsado
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- Registrado: Lun Ene 19, 2009 3:44 pm
Re: Mal cazador - Huampi
¡qué agradable lectura nos ha dejado Sr Hunter ! , muchas gracias por compartirlo .Espero que sepamos comprender lo que en cada línea de esa historia se enseña ...Realmente algo cómo no leía hace rato ...muchas gracias otra vez .
- rademar
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- Registrado: Jue Oct 08, 2009 9:44 pm
Re: Mal cazador - Huampi
Maravilloso, gracias por compartirla!!!
Por favor, intentá que se publique en un medio menos específico, para que mucha gente pueda acceder. Quien sabe, Dios y/o la propia Pacha Mama, hagan que llegue ante los ojos y oídos de tantos de nosotros, que parapetados detrás del poder político, económico o social, nos abusamos diariamente, ya no solo de la naturaleza, sino del hombre mismo (que en definitiva, uno es causal del otro).
Por favor, intentá que se publique en un medio menos específico, para que mucha gente pueda acceder. Quien sabe, Dios y/o la propia Pacha Mama, hagan que llegue ante los ojos y oídos de tantos de nosotros, que parapetados detrás del poder político, económico o social, nos abusamos diariamente, ya no solo de la naturaleza, sino del hombre mismo (que en definitiva, uno es causal del otro).
Siempre pudo ser más grave, igualmente, siempre pudimos haberlo hecho mejor!!!
- brunof_89
- Usuario
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- Registrado: Mar Jun 28, 2011 8:20 pm
Re: Mal cazador - Huampi
Muy bueno hunter!
Muchas gracias por compartirlo, este tipo de historias dejan mucho en uno...
Saludos,
Bruno.
Muchas gracias por compartirlo, este tipo de historias dejan mucho en uno...
Saludos,
Bruno.
La riqueza esta en la libertad de poder hacer lo que te gusta...
- hilux
- Usuario Avanzado
- Mensajes: 8631
- Registrado: Jue May 21, 2009 9:52 am
Re: Mal cazador - Huampi
muy buena la historia, muchas gracias por compartirla, un gusto leerla
-
- Gran usuario
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- Registrado: Mié Sep 23, 2009 7:43 pm
- Ubicación: TIGRE BS AS
- Tiburon
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Re: Mal cazador - Huampi
Hermosa leyenda Hunter, este tipo de relatos me gusta mucho. Espero que nos enseñe algo.
Abrazo
Tiburón
Abrazo
Tiburón
- Orieta
- Gran usuario
- Mensajes: 2848
- Registrado: Dom Feb 08, 2009 9:30 am
Re: Mal cazador - Huampi
Exelenteeee !!!! cuántos tiros por elevación que hay en esta leyenda !!!!!...muy bueno el post y gracias Hunter !!!!!
"El codigo de ética que se AUTOIMPONE el propio cazador deportivo es su más preciado galardón "...
- elcazador150
- Usuario
- Mensajes: 2218
- Registrado: Jue Jul 02, 2009 10:05 pm
- Ubicación: TIERRA DEL FUEGO
Re: Mal cazador - Huampi
Uno mas de mitos y leyendas, excelente narracion
no son muchos los foristas, que nos deleitan con un boceto tan impecable como este.
felicitaciones
no son muchos los foristas, que nos deleitan con un boceto tan impecable como este.
felicitaciones
- Gonhaus
- Mensajes: 362
- Registrado: Lun Oct 06, 2008 5:31 pm
Re: Mal cazador - Huampi
Un excelente relato, muchas gracias por compartirlo.
Saludos
G
Saludos
G
- ccello
- Mensajes: 699
- Registrado: Jue Oct 22, 2009 10:16 am
- Ubicación: Santa Fe Capital, queriendo ir al campo
Re: Mal cazador - Huampi
Muy buen relato, gacias por compartir.
Carlos.
Carlos.
.......Agachate que vienen los patos........y acordate el buen tirador no es el que pega los tiros mas dificiles sino el que no erra los faciles.
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- Mensajes: 139
- Registrado: Mié Nov 11, 2009 9:37 pm
Re: Mal cazador - Huampi
Linda historia
- juan pela
- Mensajes: 27
- Registrado: Vie Sep 28, 2012 2:17 am
- Ubicación: Cordoba- Capital
- tomas
- Forista expulsado
- Mensajes: 311
- Registrado: Dom Dic 16, 2012 12:59 pm
- Ubicación: donde un ciervo brame!!.
Re: Mal cazador - Huampi
excelente!!
Los locos habren los caminos, que mas tarde los sabios recorren ....
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- Mensajes: 34
- Registrado: Mié Mar 13, 2013 2:10 pm
Re: Mal cazador - Huampi
Hunter! exelente la historia!! aca en el norte se la respeta demasiado a la pachamama , siempre que voy a cazar hago un pozito y pongo en la tierra todo lo que llevo conmigo (agua. coca. bica. comida) , es como pedirle permiso para cazar.
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- Gran usuario
- Mensajes: 2986
- Registrado: Lun May 03, 2010 6:43 pm
- Ubicación: San Juan
Re: Mal cazador - Huampi
muy linda ,de donde sos ?
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- Mensajes: 180
- Registrado: Lun Jul 06, 2009 3:53 pm
- Ubicación: Palermo, CABA
Re: Mal cazador - Huampi
Que linda historia cuando puedas hace otra
- ojozurdo
- Usuario
- Mensajes: 1085
- Registrado: Jue Jun 18, 2009 9:37 pm
- Ubicación: BAHIA BLANCA